lunes, 21 de marzo de 2011

Nuestro propio Gaddafi


El Carabobeño 21/03/2011
¡Hasta cuándo!
Nuestro propio Gaddafi

Pablo Aure


Obama, el presidente de los Estados Unidos, en relación con la intervención internacional en Libia, dijo: "Era necesario demostrar que los actos tienen consecuencias"; y el mundo no podía permanecer impasible ante "los actos de brutalidad cometidos por Muamar Gaddafi contra su propio pueblo". Nosotros nos preguntamos: ¿era necesario esperar 42 años para que la ONU reaccionara y se diera cuenta de los actos de brutalidad de ese señor contra su pueblo?... la respuesta queda en la conciencia de cada quien y en el concepto que podamos tener de la democracia y de la alternancia en el poder. Aunque en lo particular no vacilo en apoyar el cerco y ataque militar de la ONU contra las tropas del carnicero del Medio Oriente, creo que la comunidad internacional intervino para defender sus propios intereses, y no a la defensa del pueblo libio, que desde hace rato venía sufriendo las inclemencias de esa cruenta dictadura. Gaddafi, para las potencias, no era un enemigo, al contrario, en los últimos años se comportó como un verdadero aliado. Él, si bien es cierto que no tiene escrúpulos para ofender ni para asesinar, no es menos cierto que se entendía bien con los grandes países. El petróleo es la llave que le abría las puertas para relacionarse con el mundo entero. En el año 2008 la ex secretaria de Estado Condoleeza Rice dijo: "Libia y Estados Unidos comparten intereses permanentes: la cooperación en la lucha contra el terrorismo, el comercio, la proliferación nuclear, Africa, los derechos humanos y la democracia". ¡Qué riñones! Hace dos años el rey don Juan Carlos fue a Libia a promocionar las empresas españolas. Francia y EEUU dotaron armas a Gaddafi, y, como ya sabemos, éste las utilizaba para oprimir o silenciar las protestas del pueblo libio que reclamaba democracia. Así las cosas, debo decir que muchos de los países que integran la ONU tienen suprema responsabilidad con lo que Gaddafi ha hecho en Libia; y ahora, como grandes salvadores, intervienen para lavar su cara y quizás recobrar cierta credibilidad ante los ojos del mundo entero, que ve en los organismos internacionales clubes de amigo en los que se cocinan los grandes negocios, sin importar para nada los sacrificios que los mismos representan para las naciones.

Libia y Venezuela

Si de algo sirve lo que está ocurriendo en Libia, es para decirle a los dictadores que su arrogancia es insignificante ante el poder de los imperios. Gaddafi es más bocón, más culto y con más poder, que Chávez; y allí lo vemos rodeado por las grandes potencias. No tengo dudas, que la dimisión, o el derrocamiento, del líder libio es cuestión de horas o, a lo sumo, de días. Lo que hoy pasa en Libia pudo haber ocurrido en Venezuela en 2002, pero los organismos internacionales quizá evaluaron quién venía después de Chávez, y no lo vieron confiable. Para los EEUU es preferible tener a Chávez en el poder que tenerlo en la oposición. Hugo Chávez, a pesar de los insultos, es más confiable para EEUU que alguien que no cuente con una organización popular de su lado. Ni a Bush ni a Obama les preocupa que Chávez se comporte como un guapetón de barrio y que endurezca la dictadura militar en Venezuela. Ese no es el punto de los organismos internacionales; ellos actúan cuando hay presión y, además, puedan afectar sus intereses. Ténganlo por seguro de que si hubiese existido un compromiso de los involucrados en los sucesos del 11 de abril del 2002 con los organismos internacionales, a estas alturas ya a Chávez lo recordaríamos como parte de la historia negra del país, en lugar de seguir sufriéndolo como componente del presente.

Guerra y dictadura

Las guerras y las dictaduras tienen las mismas consecuencias: destruyen naciones. Y ambas se originan por las mismas causas: recuperar o mantener el poder. Esperemos que Venezuela no sufra lo mismo que hoy padece Libia, que, como consecuencia del hambre del poder dictatorial, hoy está sumergida en una guerra. Un pueblo apoyado por los organismos internacionales que quiere sacar al dictador, y un tirano que se aferra al poder. Sin pretender emular a Adriana Azzi con sus predicciones, hoy les asevero que el año que viene seguiremos sufriendo de las aberraciones dictatoriales, y de que si no damos una señal seria hacia los organismos internacionales, el Gaddafi criollo pretenderá perpetuarse como "comandante-presidente". Siempre hemos dicho que los problemas venezolanos los resolvemos los venezolanos, pero cuando existe un dictador que avasalla manu militari a todo a aquel que se le opone o emplea la justicia y su control absoluto sobre los poderes para violar los derechos humanos, pues entonces necesitamos refuerzos de otros países para evitar las tropelías tiránicas. Ya está bueno que con ese chantaje de apátridas o vende patria sigan manipulando la opinión pública. Si pedimos apoyo, no es porque queremos vender la patria, lo que queremos es salvarla de un tirano que quiere permanecer en el poder hasta su muerte. No podemos esperar 42 años, como pasó con Libia, para que se den cuenta de lo que tenemos en Venezuela. La reacción debe ser inmediata. Y mientras nos preparamos para reaccionar, tengamos preparado un líder que deba asumir la presidencia después de esta demencial y oprobiosa tiranía. Hagamos las primarias lo más pronto posible, para trabajar a favor de ese hombre o mujer, e ir preparando el esquema después de esta locura.


Twitter: @pabloaure


1 comentario:

  1. Muy bueno el Articulo Profesor, Lo felicito, que las primarias sean este mismo año, lo mas pronto posible significa unir toda la fuerza Opositora a este regimen oprovioso con la mira a las elecciones del 2012,Organizacion y UNION para lograr Democracia Libertad y Vida. Saludos.

    ResponderEliminar