miércoles, 28 de enero de 2015

Comprar no es delito, venderse es traición @RGarciaMarvez

El Carabobeño
Pórtico
Comprar no es delito, venderse es traición
 Rafael García Marvez
garciamarvez@gmail.com
@ RGarciaMarvez
Es un hecho que a nosotros columnistas de los medios de comunicación escritos nos mueve a buscar razones por qué compran un periódico, Notitarde, más allá del porqué sus propietarios decidieron un buen día vender una empresa próspera. 
Nadie duda de la lucha por la libertad de expresión, de su línea editorial abierta a todas las corrientes del pensamiento político. Héctor Agüero, por ejemplo, dirigente del PSUV fue articulista de ese diario hasta que se marchó por su voluntad. 
Soportaron infamantes acusaciones, vinculaciones con el narcotráfico, hasta de magnicidio y allí se mantuvieron firmes sus timoneles. Seguramente más de una vez sintieron correr un sudor frió por sus espinazos. 
Es natural entonces que el Carabobo democrático lamente su partida. Que se sienta consternado, agradecido por las luchas que desde sus páginas se libraron para y por no dejarse arrebatar la libertad por la barbarie. 
Andrés Cañizales, prestigioso columnista de un diario nacional, escribía la semana pasada que desde su punto de vista toda esta compraventa es una telenovela que está lejos de terminar y cuyo final, lamentablemente, no tenemos indicios de cómo se manifestará. 
Yo me pregunto ¿por qué esas dudas? ¿Por qué al señor Rodríguez le ofrecieron todo el papel que necesitará y para este medio, El Carabobeño, le ponen trabas para adquirirlo. Será ¿Por qué no ha sido complaciente con el Gobierno? 
Sencillamente porque la buhonería en la compra de los medios negociados como es el caso de Globovisión, Últimas Noticias, El Universal, para nombrar los más emblemáticos, se han pasado al oficialismo sin rubor, tanto que ni la página chavista Aporrea llega a tamaña indiferencia. 
Sin embargo, hay grandes diferencias entre aquellos compradores que pocos han visto sus rostros. Esos medios nacionales que cubren un extenso territorio de casi un millón de kilómetros cuadrados se hace impersonal. 
Los ojos escudriñadores están puestos juntos con sus esperanzas en la figura de José Rodríguez. Todos le conocemos como amigo de los valencianos y de muchos carabobeños, pero esta no es la misma tierra que un día le abrió las puertas de par en par y se labrara un futuro, no, hoy es un pueblo maltratado, obstinado, asqueado de la traición, que castiga o premia. 
Un coterráneo de José dijo: “la traición la emplean únicamente aquellos que no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura”. 
Rótulo: La Asociación de Columnistas se reunirá esta tarde con el colega, Pablo Aure.

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