lunes, 17 de agosto de 2015

COPEI NO ES PERFECTO PERO SI NECESARIO/ Jesús Gánem Martínez


El Papa Francisco ha dicho recientemente que no hay familia perfecta. Igual ocurre en COPEI que coexiste con luces y sombras, sin calzar el  prototipo de una familia partidista perfecta. Tiene la base del Humanismo Cristiano, pero resulta evidente que la ideología en política no siempre marca el ritmo de las cosas. Hay una tendencia a conceder primacía al valor pragmático de las recetas sobre cualquier otra donde todo se mide por la utilidad que produce. Sin duda el partido tiene sus principios y valores los cuales hay que acatar y aplicar; sin embargo, como explicar la incredulidad que hoy le salpica, avivada por los abusos de quienes tratan de pisotear los preceptos con pugnas fuera de lugar.
En COPEI la fuerza del ejemplo se ha venido desvaneciendo por la acción individualista de unos cuantos compañeros que laceran su imagen, transitando escenarios conflictivos. Parecieran ignorar el momento histórico que vivimos, donde nuestra  presencia es necesaria en los todos los espacios del país.
Sin la vanidad de creerme imprescindible, ofrezco estas modestas líneas a la dirigencia de COPEI, a su militancia, a los decepcionados y a todo aquel que haya soltado los amarres en el partido, como una herramienta dirigida a fortalecer el ánimo partidista y espíritu de lucha que siempre hemos exhibidos los copeyanos frente a la adversidad de ayer y particularmente la que hoy confrontamos.
Es inaplazable sacudirnos el desencanto producto de los insólitos incidentes que tienden a frustrar el proceso de reorientación adelantado por sus legítimas autoridades. A título enunciativo, sugiero convocar, cuanto antes, en todos los estados, a militantes y amigos independientes a una Amplia Asamblea Informativa, a fin de dar a conocer los detalles y  entretelones ocurridos y las acciones jurídicas y estatutarias que deben darse a fin de contener o disipar la descompuesta situación.
Hay que poner al corriente a la sociedad civil, con el análisis práctico del problema interno a través de una Campaña Mediática, en redes sociales y medios de comunicación, anunciando que los copeyanos no estamos penetrados por el fatalismo o rendición; por el contrario, ante el complot urdido por grupúsculos tutorados por el gobierno, demos cuenta que en COPEI se sobrepone la unidad, que no arrojamos la toalla,  esperanzados en el renacer de la justicia.
Digámosle al país que la política tiene sus infortunios, no es estática, se mueve y es cambiante y que la casual e incidental anomia que se ha dado en el partido -hay que decirlo a viva voz- será liquidada más temprano que tarde.
De allí que la ruta del COPEI legítimo se fundamenta en el enorme y superior recurso renovable que es la esperanza. No la perdamos. Nuestro accionar político en este duro y trágico momento, es para dar el mayor esfuerzo posible dirigido a fortalecer la impostergable tarea de ganar las parlamentarias.
Es el momento de patentizar que los copeyanos tampoco somos perfectos pero sí necesarios.
Valencia 15 de agosto de 2015                            Jesús Gánem Martínez

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