martes, 22 de septiembre de 2015

Larga vida a Susana Barreiros/ @DimitryBelov

Larga vida a Susana Barreiros/ Dimitry Belov

Tratar de poner juntos los pedazos de una vasija de cristal luego de haberse quebrado lleva mucho tiempo, paciencia y buena voluntad hacia el trabajo que se realiza. Venezuela es hoy el lugar donde existen miles de vasijas de cristal quebradas. A nivel social existe una deuda enorme con toda una ciudadanía que está a la espera que le devuelvan las oportunidades para reconstruir lo que les queda de futuro. Está también la deuda con la justicia y los familiares de los más de 220.000 casos de muertes violentas a quienes el sistema, que hoy monopoliza el Poder en nuestro país, no ha sabido corresponder. Si tocamos el tema económico entonces sale a la luz enorme la deuda con el empresariado y el aparato productivo, a quienes expropiaron, persiguieron, extorsionaron, asfixiaron y señalaron. En el caso de la academia y las universidades el tema está hoy a flor de piel, con los ridículos salarios y el desmontaje progresivo del presupuesto para que puedan operar las Casas de estudio. En fin, todo lo que tomaron, abusaron, se apropiaron, se robaron o malversaron en estos años de ebriedad populista, se lo quitaron a alguien y de alguna forma deberán pagar ya sea a la ciudadanía o a la república cuando ésta última sea reconstruida.
Reconstruir no quiere decir acabar con todo y levantar un nuevo orden, se trata de ir al fundamento de nuestra Carta magna y desde los principios de justicia que allí se expresan, restablecer el orden o el cauce que siempre debieron mantener los acontecimientos nacionales. Los venezolanos estamos cansados de revoluciones y por el contrario queremos son soluciones.
De acuerdo a Juan XXIII “La paz, se funda en la verdad y debe practicarse según los preceptos de la justicia“. Llegar a la verdad, es otra de esas vasijas las cuales hay que reconstruir y para ello se requiere tiempo. Como ciudadano deseo que las caras de la injusticia en Venezuela estén vivos y con buena salud para ver como el país florece ante sus ojos al ellos haber salido del poder.
Es por ello que desearle algo diferente que  una larga vida a la señora Barreiros y a toda la casta neo totalitaria en Venezuela es una salida muy elegante para el daño tan profundo generado por todo este grupo a la sociedad. Juzgarles sin haber reconstruido las instituciones, antes de que puedan actuar de manera imparcial, puede significar una injusticia tan profunda como la que ellos han cometido para con todos los venezolanos. La justicia debe ser imparcial para llamarse como tal. De las decisiones de esos tribunales dependerá el desempeño de un país que necesita a gritos confiar en sus instituciones para desarrollarse como nación.
Pero no se preocupe señora Susana, muy probablemente será el mismo Leopoldo López ya como presidente quien abogue para el sobreseimiento de su causa en caso de que tanto fiscales y jueces imparciales dictaminen que debe ser investigada, juzgada y condenada. Tal vez esa justicia le permita una condena en libertad, trabajando en horas de voluntariado asistiendo personas en los mismos tribunales que una vez utilizó para cometer arbitrariedades.
Larga vida para usted Susana Barreiros, para que sean ciudadanos e instituciones libres, justos y democráticos quienes le juzguen. Y no se cometa en Venezuela otra injusticia como la que hoy lleva su nombre.

@DimitryBelov

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